Vía Láctea en la Reserva Starlight

Vía Láctea o Camino de Santiago sobre la Reserva Startlight

Con la llegada de la noche, un manto de estrellas arropa el cielo de la Reserva Startlight en la cima de la Sierra de la Pandera en Valdepeñas de Jaén. Este lugar único, se alza sobre el resto de las montañas de la Sierra Sur permitiéndonos observar todas las ciudades y poblaciones colindantes, desde Valdepeñas de Jaén a Los Villares, desde Jaén hasta la mismísima Granada, desde la cima de La Pandera podemos ver toda la tierra iluminada por las poblaciones a la distancia hasta donde nos llega la vista.

Antena de la Antigua
Base Militar en
la Sierra de la Pandera

Pero lo mejor, es alzar la vista y poder contemplar el universo, un cielo completamente estrellado, conde la vía láctea recorre el cielo de un extremo del horizonte a otro, una banda blanca que cruza el firmamento de punta a punta y que nos deslumbra con su grandeza. Camille Flammarion (1842-1925) la describe como "Un extenso rastro blanquecino se eleva como un arco aéreo a través de la bóveda estrellada; en él se descubren irregularidades caprichosas: aquí, corre como un río celeste en un lecho angosto y monótono; allí, se divide en dos brazos que quieren separarse el uno del otro; más lejos, parece desgarrarse en pedazos, como un vellón ligero cardado por los vientos del cielo."

Historias, héroes y leyendas de la Vía Láctea

Para nuestros antepasados, el cielo es un mundo místico, lleno de historias, héroes, dioses y leyendas como la de la propia vía láctea. Para entender su nombre tenemos que recurrir a la mitología griega, en la que descubrimos que su nombre significa camino de leche, y esto es debido a que según esta mitología es la leche derramada del pecho de la diosa Hera, la reina de los dioses. Esto sucedió cuando nació Heracles (Hércules en la mitología romana), el cual, para lograr la inmortalidad, colocó Zeus en los pechos de la diosa Hera. Aquí fue donde logró la fuerza con la que lograría todas sus hazañas, como el décimo trabajo que se simboliza en el escudo Andaluz, la separación de Europa y África. Mientras succionaba Hércules, la diosa Hera se despertó y al alejar a Heracles del pecho se derramó la leche, dando origen así al nombre de la “Vía Láctea” o “Camino de leche”.

Camino de Santiago pasando sobre Valdepeñas de Jaén
en dirección al Norte

Otro de los nombres que tradicionalmente se le dan a este camino es el de “Camino de Santiago”, el cual es también el patrón de Valdepeñas de Jaén. Este nombre que se popularizó a partir del siglo XII, pues en esa época, se pensaba que marcaba el camino a seguir para llegar a Santiago de Compostela.

La vía láctea nos cuenta mil historias, cada lugar, cada región, tiene su propia interpretación, cada cual más interesante. Para las tribus indias de América del Norte es el camino de las almas al más allá. En la mitología Maya-Quiché representa una serpiente blanca. Para los aztecas es una serpiente devorada todos los días por un águila. En las lenguas turco-tártaras se le llama camino de los pájaros y para los tártaros del Cáucaso y los otomanos es la ruta de un ladrón de paja.

Reserva Starlight, un lugar único para contemplar las estrellas

Sea cual sea, es indudable la influencia de las estrellas y de la vía láctea en las creencias de todas las regiones. Vestigios de una época en la que no existía la contaminación lumínica y el cielo podía ser visto e interpretado todas las noches. Siendo en la actualidad pocos los lugares donde poder apreciar este arco blanco. Pero aquí tenemos la suerte de disponer de uno de los mejores, Valdepeñas de Jaén en la Sierra Sur de Jaén, una Reserva Starlight al acceso de todos.